sábado, 28 de enero de 2012

Migración profesional o "fuga de cerebros"


(aconant)

La primera vez que escuché la frase "fuga de cerebros" me pareció enigmática. La asocié con historias de ciencia ficción, tema que siempre me ha atraído. Con el tiempo empecé a entender su verdadero trasfondo y lo útil que resulta como instrumento de manipulación política, económica y social.

Por supuesto, este fenómeno migratorio se produce, principalmente, desde los países menos desarrollados hacia los de mayor desarrollo. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, cada año dejan el continente africano unas 20.000 personas con estudios calificados, buscando mejores condiciones de vida.

Generalmente, cuando se habla de inmigrantes la atención se focaliza en las personas de bajos ingresos y escaso nivel escolar. Sin embargo, hay estimaciones de que la mayoría de los que murieron en el 2011 al cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos fueron personas con estudios de nivel medio y superior.

El gobierno mexicano se ha visto obligado a tomar cartas en el asunto, sobre todo en lo que corresponde a la protección de los inmigrantes en el territorio nacional. Para favorecer la seguridad de las personas procedentes de naciones como Belice y Guatemala, se está propiciando la entrada legal al país mediante la expedición de permisos migratorios para trabajadores en la frontera.

Los países desarrollados estimulan la migración de personal calificado hacia sus territorios. Canadá y Australia, por ejemplo, sobresalen entre las naciones con mayor cantidad de inmigrantes con un elevado nivel educativo. Estados Unidos también tiene una política migratoria que da preferencia a los profesionales de distintas partes del mundo; no obstante, presentan mayores posibilidades de éxito aquellos que dominan el inglés.

China y España: procesos migratorios inversos

China no deja de sorprendernos. De ser un emisor de migrantes se ha convertido en un receptor no sólo de los que regresan después de un tiempo fuera del país, sino también de los extranjeros que deciden probar suerte en el gigante asiático.

En España ocurre lo contrario. El Instituto Nacional de Estadísticas reportó en condiciones de paro al 13.65 por ciento de personas egresadas de nivel superior. No es difícil prever que muchas de ellas decidan buscar empleo en otras naciones menos afectadas por la crisis.

El problema está en que los españoles envejecen y no tendrán el refuerzo necesario para sustituirlos en el trabajo, porque los residentes extranjeros también empiezan a abandonar el país.

Un dato interesante: España podría requerir 3000 profesionales sanitarios más de los que egresan de sus facultades cada año. ¿A cuántos españoles les tocará la misma experiencia de los tantos migrantes que hasta hace poco llegaban al territorio peninsular?

¿Usted, como profesional, emigraría si la situación económica de su país empeorara?

martes, 24 de enero de 2012

Un Óscar para los migrantes

Tal vez, muchos migrantes no se enteren de la nominación al Óscar del actor mexicano Demián Bichir por la película "A better life". Sus preocupaciones son más apremiantes. Sin embargo, el hecho de que el tema llegue a los principales medios de comunicación y, sobre todo, a las redes sociales, es una nueva oportunidad para que esa realidad semioculta se asome a la conciencia de quienes no la desean ver.

Pocos son los que llegan a ser profetas fuera de su tierrra, o sea, ni dentro ni fuera en la mayoría de los casos. Algunas de las ganancias: una mejor paga, un carro seminuevo o del año y la ventaja de hablar el inglés para los que logran integrarse. De lo demás..., mejor lo vemos.

jueves, 12 de enero de 2012

Migración: un derecho universal que no se cumple

                                                     digitaldundee/morguefile

A veces uno se hace preguntas que nunca responde,  tal vez por la premura o el stress con que vivimos. El tema que trato hoy debí haberlo investigado hace algunos años cuando sentía la incertidumbre de lo que me esperaba en otras tierras. Acabo de descubrir que todas las personas tenemos derecho a migrar a donde “se nos pegue la gana”, de acuerdo con el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Sin embargo,  millones de personas han sufrido en carne propia la manipulación de este derecho por parte de los gobiernos emisores y receptores de migrantes. Como es lógico, cada quien defiende sus intereses y necesidades. Por una parte, si elimino las restricciones para migrar al país, se puede afectar la soberanía nacional, o, por otra, mientras más personas cambien su residencia a otras naciones se incrementarán las remesas para ayudar a sus familiares.
No pongo en tela de juicio tales argumentos porque tienen sentido. Lo que me parece contradictorio es que los organismos internacionales reconozcan el derecho a salir del país y a retornar a éste, pero nadie asume el deber de recibir de manera permanente a los migrantes; algo así como: ¡Vayan a donde les plazca, mas no vengan aquí!
Las migraciones no empezaron ayer y, con el avance de la humanidad, han cambiado sus formas de manifestarse. No es lo mismo la migración en la época prehispánica que los movimientos migratorios en tiempos de globalización económica, social y cultural. Sus causas y consecuencias también son muchas, por lo que solucionar este problema actual y futuro no se hace con un simple decreto.
¿Entonces…, abrir las fronteras?
Si contesto con sinceridad, no lo sé. La respuesta podrían darla los especialistas en temas jurídicos, económicos y, al final, políticos. Mis ideas parten de puras experiencias de vida centradas en el sufrimiento de muchas personas antes y después de migrar.
No obstante, las actuales políticas migratorias muestran más males que beneficios. En su libro “El derecho a migrar”, el uruguayo Osvaldo Mantero de San Vicente menciona, entre las consecuencias negativas, la disminución del salario y el deterioro de las condiciones laborales de los migrantes. Asimismo, contempla “la aparición de organizaciones delictivas dedicadas al tráfico ilícito de trabajadores” como resultado de las restricciones en materia de migración.
En mi opinión, el tema migratorio no alcanzará una connotación mucho más humana hasta que deje de ser un mecanismo de fuerza entre los países desarrollados y subdesarrollados. ¿Qué piensa usted al respecto?


lunes, 2 de enero de 2012

¿Qué ganamos? ¿Qué perdemos?

Una historia real llevada al cine. "Entre nos".


                                          

                                         
¿Cuántas historias podríamos contar? Cada uno de los que andamos por estos caminos, donde prácticamente se empieza de cero, tenemos muchas experiencias que compartir o mejor olvidar. ¿Tú que prefieres?


                                          

domingo, 1 de enero de 2012

Para los que viven en otras tierras
fireworks/sioda
Es primero de enero de 2012, día de fiesta en este mundo único, descubierto pero todavía sin conquistar pues la naturaleza ha sido más fuerte que la intuición humana. No hablo de la razón, porque esa puede ser peor que los instintos.
Aún la tele retransmite la majestuosidad de las celebraciones, las imágenes de imponentes ciudades derrochando fuegos artificiales. ¿Qué haría la humanidad sin los colores, sin las luces brillantes en el cielo, sin los besos, las palabras de amor, las construcciones magníficas y el desenfreno de las festividades?
Ya rendimos las cuentas de los meses pasados. Hoy nos tocan los deseos, las promesas, las aspiraciones. Ojalá que lo primero en pedir sea convertirnos en mejores personas, no en las que promueven las instituciones de turno, sino en las que necesitamos para que haya respeto entre la gente.
Ese es precisamente el objetivo de Vivir en otras tierras, un espacio que nace con el Nuevo Año y aportará las experiencias de quienes buscan un mejor futuro lejos de sus países de origen. Esta tribuna, abierta a los ciudadanos del mundo, intentará desenmascarar las causas de la migración desde las vivencias personales, profundizar en los inconvenientes y los beneficios de probar suerte en otros lugares, así como contribuir, en lo posible, a mejorar las condiciones de vida del migrante.
Como autor de este proyecto, me propongo ser fiel a quienes me sigan, expresando puntos de vista sustentados por mis experiencias cotidianas. Será bienvenido todo aquel que desee aportar respetuosamente a un tema que cada día se hace más urgente.
¡Mucha salud, trabajo, educación y optimismo para el 2012!