domingo, 1 de enero de 2012

Para los que viven en otras tierras
fireworks/sioda
Es primero de enero de 2012, día de fiesta en este mundo único, descubierto pero todavía sin conquistar pues la naturaleza ha sido más fuerte que la intuición humana. No hablo de la razón, porque esa puede ser peor que los instintos.
Aún la tele retransmite la majestuosidad de las celebraciones, las imágenes de imponentes ciudades derrochando fuegos artificiales. ¿Qué haría la humanidad sin los colores, sin las luces brillantes en el cielo, sin los besos, las palabras de amor, las construcciones magníficas y el desenfreno de las festividades?
Ya rendimos las cuentas de los meses pasados. Hoy nos tocan los deseos, las promesas, las aspiraciones. Ojalá que lo primero en pedir sea convertirnos en mejores personas, no en las que promueven las instituciones de turno, sino en las que necesitamos para que haya respeto entre la gente.
Ese es precisamente el objetivo de Vivir en otras tierras, un espacio que nace con el Nuevo Año y aportará las experiencias de quienes buscan un mejor futuro lejos de sus países de origen. Esta tribuna, abierta a los ciudadanos del mundo, intentará desenmascarar las causas de la migración desde las vivencias personales, profundizar en los inconvenientes y los beneficios de probar suerte en otros lugares, así como contribuir, en lo posible, a mejorar las condiciones de vida del migrante.
Como autor de este proyecto, me propongo ser fiel a quienes me sigan, expresando puntos de vista sustentados por mis experiencias cotidianas. Será bienvenido todo aquel que desee aportar respetuosamente a un tema que cada día se hace más urgente.
¡Mucha salud, trabajo, educación y optimismo para el 2012!

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