El tema migratorio es visto por muchos gobiernos como un asunto de seguridad nacional, lo que reduce las posibilidades de cumplir con el derecho de las personas a migrar.
Cuba, como muchos otros países menos favorecidos económicamente, se opone al llamado robo de cerebros o, lo que es lo mismo, al éxodo de recursos humanos cualificados. Pero en las condiciones de un mundo encaminado hacia la globalización, es prácticamente imposible evitar que las personas busquen mejores condiciones de trabajo en otras naciones. Lo harán aun con el desacuerdo de las instituciones de los países emisores y receptores.
En el contexto cubano, creo que la posibilidad de viajar sin ninguna limitación podría estimular a la gente a esforzarse más en sus labores productivas y eliminaría innumerables cargas asumidas por el estado. Digo esto, porque salir de viaje al exterior implica mucho más que el mero deseo y la libertad de hacerlo, así se viva en el país más rico del mundo.
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Según una encuesta aplicada por Inter Press Service (IPS) en Cuba y resumida por la periodista Dalia Acosta en su artículo "Expectativas migratorias", son varias las demandas de la población cubana en cuanto a una posible reforma migratoria que se adapte a las condiciones internas del país y al mundo de hoy, entre ellas las relacionadas con:
- Permiso de salida
- Permiso de entrada para cubanos residentes en otros países
- Carta de invitación
- Salida definitiva
- Derecho al retorno
- Propiedades y derechos ciudadanos
- Restricciones a los viajes de menores de edad
- Permisos de residencia en el exterior
- Tiempo límite para la estancia fuera del país
- Regulaciones en sectores profesionales
- Tárifas de trámites migratorios
- Ciudadanía
En mi opinión, para que funcione una nueva flexibilización de la política migratoria cubana, el resto de los países también tendrían que corresponder de manera positiva. De nada sirve, tener el dinero para viajar si el país que se quiere visitar no otorga la visa. Por supuesto, este tema es mucho más complicado de lo que se alcanza a comentar en estas líneas.
Para algunos lectores, estas restricciones migratorias resultarán totalmente ajenas e incomprensibles; no obstante, los cubanos las conocen bien y podrían opinar ampliamente al respecto.
Hoy he leído que la bloquera y periodista Yoani Sanchez (Generación Y) tiene visados para multitud de países del mundo por los que ha sido invitada, pero el gobierno de La Habana le impide la salida aunque saben que si ella sale volverá sin lugar a dudas porque su vida y su compromiso es con las libertades en Cuba. Cuando ves esto, te das cuenta lo que dista el régimen castrista de ser una democracia. Yoani no puede tener internet en casa, supongo porque se lo impiden, y ha de colgar sus posts desde hoteles o personas que sí tengan internet. Esto dice también muy poco de la libertad de expresión. La toleran porque es muy conocida y sería un escándalo volverla a detener y maltratar, pero revela la política del régimen de La Habana. Saludos.
ResponderEliminarNo puedo opinar mucho de Yoani Sánchez, porque he leído poco de sus escritos. De ella se habla a favor y en contra y, por supuesto, es conocida internacionalmente. Lo que si estoy seguro es que no todo el que quiere salir de Cuba, por la razón que sea,le darían visado tan fácilmente en otros países. No obstante,sigo pensando que permanecer o no en el lugar que te vio nacer es una decisión personal y no del gobierno.
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